España, 1987
El doctor Klaus (Günter Meisner) sobrevive a una caída desde lo alto de una torre. Vive en una villa con su esposa Griselda (Marisa Paredes) y su hija obligado a permanecer, paralizado de pies a cabeza, conectado a un pulmón mecánico dentro de una cápsula de acero y cristal similar a un féretro, Un enigmático joven, Ángelo (David Sust), irrumpe en el hogar y se ofrece a la familia para cuidar de una persona cuyo oscuro pasado parece conocer. Chantajeado, Klaus pide que se quede y pese a la desconfianza de la mujer se convierte en su enfermero. No va a llover demasiado antes de que entre ambos brote una perversa y torcida relación. Valiente e imprescindible debut en el largometraje de Agustí Villaronga –El niño de la Luna (1989), Pa negre (2010)–, Tras el cristal es una fantasmagórica alegoría sobre la dominación y el mal.