Attack the Block

Aullaron en Sitges la noche de su estreno, pero también es insuperable como carta de presentación el que la muy sibarita revista de cine británica Sight & Sound la comparase al hacer la crítica con lo mejor de Roger Corman, con mucho de Carpenter, con algo de Joe Dante y con bastante de La diva, Piraña y Subway. Eso sin olvidarse de establecer una bonita conexión entre la luz nocturna creada por el director de fotografía Tom Towned con la que Andrew Laszlo solía imaginar para Walter Hill, aparte de mostrarse anonadados por la banda sonora electrónica de Steven Price con ramalazos de temas de los Basement Jaxx. Ah, aplauden a rabiar el diseño de los alienígenas, a los que no se les ocurre otra cosa que llegar del espacio exterior para ocupar Wyndtton Tower, un bloque de pisos de VPO situados estratégicamente por el guión al sur de Londres. Los marcianos, venusianos o galácticos son como gorilas peludos con colmillos que brillan en la oscuridad y cierto aire de jodidos hombres lobo. Se van a enfrentar a una cuadrilla que se parece mucho a los Goonies pero en peor y en barriobajero. Por supuesto, el film tiene una carga de sátira social e interplanetaria que habrá puesto muy nervioso a Cameron (David, no James).